¿Qué pasa en la Facultad de Derecho de la USCO?
La Universidad Surcolombiana se ha destacado históricamente por ofrecer programas académicos de alta calidad. Reconocida como una de las mejores instituciones públicas del sur del país, ha formado profesionales en medicina, ingeniería, licenciaturas y, por supuesto, en Derecho y Ciencia Política.
Sin embargo, la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas —antes conocida como Facultad de Derecho— ha pasado de ser un referente académico a enfrentar una preocupante decadencia. Durante años fue una de las más solicitadas por los estudiantes, pero hoy sufre un evidente deterioro tanto administrativo como académico.
Como estudiante actual de Derecho, me duele ver cómo el incumplimiento institucional se hace cada vez más visible. Somos nosotros, los mismos estudiantes, quienes luchamos día a día por mejorar las condiciones y evitar que la situación empeore.
Actualmente, el programa de Derecho se ofrece en la sede central de Neiva y en las subsedes de Pitalito y Garzón. Estas dos últimas han sido testigos del abandono administrativo, al punto que los propios estudiantes han tenido que alzar su voz. Prueba de ello fue el paro realizado en abril de 2025 en la sede Garzón, donde se exigieron tres puntos principales:
Reactivación de la oferta del programa de Derecho en Garzón. Mejoras en el transporte para las salidas pedagógicas. Descentralización de los consejos de facultad, académico y superior.
Por su parte, el programa de Ciencia Política —ofrecido únicamente en la sede Neiva— enfrenta sus propias dificultades. Los estudiantes de CIPOL han manifestado reiteradamente la falta de atención a temas como la doble titulación, nuevas modalidades de grado y apoyo a los semilleros de investigación. A pesar de sus destacadas participaciones y proyectos, la facultad no les brinda el reconocimiento ni el respaldo que merecen.
Situaciones como estas afectan el prestigio y la armonía institucional. Para recuperar la calidad, es necesario un compromiso conjunto entre directivos, docentes y estudiantes, quienes son la base y el futuro de la universidad. Ellos serán los abogados y politólogos que representen a la región y al país, siempre que se les escuche y se les dé participación real en las decisiones.
Aún estamos a tiempo de rescatar el legado de excelencia que caracterizó a nuestra facultad. La unión entre las sedes de Neiva, Garzón y Pitalito puede marcar la diferencia. La universidad es de todos; la facultad, de unos pocos; pero el aprendizaje, de cada uno.
Recordemos que la palabra y el razonamiento son nuestras principales herramientas de cambio.


