Bogotá se suspende al compás de un latido contenido. La Fundación Santa Fe, templo moderno de la ciencia, informó esta tarde que Miguel Uribe Turbay transita por un delicado corredor: estable en lo hemodinámico, pero todavía aferrado al aliento mecánico que le concede la tecnología.

En un parte médico sobrio, firmado por el doctor Adolfo Llinás Volpe, se detalla que el paciente permanece sedado, bajo relajación neuromuscular y con intervenciones programadas que le han permitido sostener una evolución prudente. Aun así, el pronóstico neurológico se mantiene en reserva, como si la mente aguardara su propio amanecer.

La familia, que ha pedido discreción, confía en que cada procedimiento añada un hilo más al tapiz de la esperanza. Mientras tanto, el hospital promete nuevos comunicados solo cuando el destino clínico dé señales de cambio.