El Huila PDET, un paso a la vez
En el marco del proceso de paz entre el Estado y las FARC-EP se discutieron temas como la representación política de los territorios, la reforma agraria y los proyectos para el sostenimiento de los territorios y de los excombatientes, todo con miras a la no repetición. En ese momento, la dirigencia política del departamento del Huila no priorizó a los municipios impactados por la guerra (prácticamente todos) y dejó la responsabilidad en el municipio de Algeciras, que quedó como el único PDET del Huila y comparte la CITREP con el vasto departamento del Caquetá.
Los municipios del Huila siguen enfrentando problemáticas como la falta de infraestructura vial que los conecte con los principales centros económicos del departamento y del país, la persistencia de la pobreza extrema y la escasez de oportunidades laborales dignas. A esto se suma la inseguridad y la falta de implementación de la reforma agraria (Punto 1 del Acuerdo de Paz).
Los compromisos adquiridos por el Estado con las comunidades, a través del Acuerdo Final, parecen haberse diluido en una maraña de burocracia, corrupción y falta de voluntad política. Si bien se han ejecutado algunas obras, estas no han sido suficientes ni estratégicas para cerrar la brecha histórica de desigualdad y exclusión que afecta a estos territorios.
El Huila merece que el Estado cumpla su promesa de construir un futuro de paz, prosperidad y desarrollo sostenible. Es urgente que los gobiernos nacional y departamental prioricen la asignación de recursos y ejecuten proyectos de infraestructura con participación efectiva de las comunidades en su implementación, para maximizar el impacto y reducir costos. Es vital actuar con transparencia y poner fin a la negligencia que ha impedido el avance de los municipios del Huila.
En la agenda legislativa entra a discusión un proyecto de ley para vincular nuevos municipios del Huila al PDET. La propuesta, liderada por el senador Pedro Florez en articulación con alcaldes y con el diputado Frank Fierro, busca que Gigante, Íquira, Garzón, La Plata, Tello, Aipe, Campoalegre y Colombia hagan parte del Programa de Desarrollo con Enfoque Territorial y, con ello, accedan a la inversión que se canaliza a través de la OCAD Paz.
Desafortunadamente, nuestro departamento ha sido históricamente golpeado por el conflicto y, además, funciona como corredor del narcotráfico debido a su ubicación y a sus accidentes geográficos, trayendo consigo violencia, atraso e incertidumbre. Esperamos que el proyecto del senador Florez sea una realidad y que estos ocho municipios se integren al PDET. Esta medida debería contribuir a incrementar sus recursos; recordemos que, en su mayoría, dependen del Sistema General de Regalías (SGR), de aportes departamentales y de ingresos propios, que suelen ser escasos y se destinan principalmente a gastos de funcionamiento. De ahí el atraso en materia de infraestructura y desarrollo social en los municipios del Huila.